Comunicado por la memoria histórica, la soberanía popular y la unidad del Caribe y América Latina
Los pueblos del Caribe y de Nuestra América tenemos muy presente quiénes han sido históricamente los verdaderos enemigos de nuestra libertad. El reciente comunicado emitido por personajes de cuatro partidos políticos de extrema derecha en República Dominicana no es más que la voz de los vasallos del imperialismo estadounidense y de las oligarquías regionales, repitiendo el guion de injerencia y división que tantas veces ha servido para justificar invasiones, golpes de Estado y saqueo en América Latina y El Caribe.
Nosotros, organizaciones políticas y sociales de República Dominicana, rechazamos enérgicamente el comunicado emitido el domingo 10 de agosto, por promover ataques insolentes, infundados y cargados de estereotipos, prejuicios y tergiversaciones contra los pueblos de nuestros países, así como contra organismos de integración soberana de nuestros pueblos, como el ALBA-TCP y la CELAC. Cada frase en su declaración confirma su servilismo vil hacia la política injerencista de Estados Unidos, así como el rechazo de la complejidad histórica, política, económica y social de nuestra región y un desprecio absoluto por los principios de autodeterminación y no intervención consagrados en el derecho internacional.
En el caso de Haití, el mencionado comunicado oculta deliberadamente que la crisis que atraviesa esta nación, es fruto directo de siglos de colonialismo, intervenciones extranjeras y saqueo neoliberal. Pretenden presentar a Haití como una amenaza, ocultando el genocidio silencioso y planificado que se perpetra hoy con el apoyo del imperialismo y sus agentes locales, quienes utilizan el crimen organizado como método de desestabilización, obvian señalar que las armas que usan las bandas les llegan desde Florida, EE. UU.
Son estos fascistas cómplices de los atropellos diarios que sufren migrantes haitianos y la militarización agresiva de los territorios fronterizos, fomentando una política de odio que solo sirve a intereses ajenos a nuestros pueblos y a los intereses de los dos países. Demás está recordarles que el digno pueblo haitiano ha exigido en las calles y exige en diversos escenarios que la solución a sus problemas sea haitiana.
Sobre Venezuela, estos ultraderechistas dominicanos, demuestran que forman parte del plan maestro imperial que prepara la ofensiva para agredir militarmente a la rica nación Bolivariana, igual como lo hace Israel contra Gaza, tal cual lo ha denunciado el presidente colombiano, Gustavo Petro.

En su discursiva coinciden con Estados Unidos de mostrar a Venezuela Chavista como amenaza. Nación con un pueblo que resiste heroicamente el criminal bloqueo económico y las agresiones imperialistas, construyendo un modelo de democracia participativa en ruptura con el falso modelo de “democracia representativa” al servicio de las élites y el gran capital transnacional. La principal amenaza a la paz y la seguridad en nuestra región, la constituye la política imperialista, neocolonialista de Estados Unidos, tal como se ha demostrado reiteradamente, a lo largo de la historia.
En cuanto a Colombia, continúan azuzando el miedo, la misma matriz usada por los colonialistas de la doctrina de Monroe cada vez que quieren colonizar. Sobre las visitas del presidente Gustavo Petro en Haití y su llamado la vecina nación a “no dejarse otra vez esclavizar”, honra la gesta histórica del pueblo haitiano, decisivo en la emancipación continental, y actualizan el sueño de una América Latina y caribeña libre de dominación. Sólo a Haití le compete a quien recibe como visita. Sólo a Colombia y su justicia le compete decisiones penales como la del señalado por años, como culpable de innúmeros crímenes, tal cual lo ha demostrado la Justicia colombiana, que ha condenado a Alvaro Uribe Vélez, la sociedad sigue enumerando crímenes…
Igual que los regímenes fascistas que han sufrido nuestros pueblos, estos sectores que hoy se visten de “defensores de la patria” fueron cómplices y beneficiarios de dos de las etapas más sangrientas en la historia de nuestra región: la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y los gobiernos de Joaquín Balaguer. Entre ambos regímenes, más de cincuenta mil dominicanos y dominicanas fueron asesinados o desaparecidos. Balaguer, en sus 12 años, descabezó a la juventud dominicana, persiguió movimientos sociales y entregó nuestra soberanía a intereses extranjeros, como lo hicieron al avalar las invasiones militares de Estados Unidos en 1916 y 1965.
Hoy, como ayer, estos voceros de la ultraderecha promueven abiertamente la intervención militar extranjera en Haití, disfrazada de “pacificación”, en línea con la política de control geopolítico de Washington. La verdadera amenaza para la región no son los pueblos que luchan, sino quienes desde el poder fomentan la desestabilización en beneficio de los enemigos históricos de nuestra emancipación.
Afirmamos que ningún plan imperialista podrá detener la unidad de los pueblos del Caribe y América Latina. Reivindicamos la autodeterminación, la integración regional y la resistencia frente a toda forma de explotación y dominación. La historia y la dignidad están de nuestro lado.
¡Por un Caribe y una América Latina libres de fascismo, colonialismo e injerencia!
¡Por un alto al genocidio de Israel en contra del Pueblo Palestino!
¡Por la memoria de nuestros mártires y la unidad de nuestros pueblos!
Por una mayor integración a través de Alba-TPC y la Celac
Fuera la Otan de América Latina y El Caribe
Fuera EE. UU del Caribe, Latinoamérica y Suramérica!
Firmado en Santo Domingo a los 18 días del mes de agosto del 2025, por:
ALBA Movimiento -capítulo República Dominicana / Partido Comunista del Trabajo -PCT- / Fuerza de la Revolución -FR- / Cloc Vía Campesina -CLOC/VC- Capítulo RD / Asamblea de los Pueblos del Caribe -Capítulo República Dominicana- / Agenda Solidaridad / Movimiento Caamañista -MC-