Santo Domingo, D.N. – La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH-RD) concluyó con éxito su III Congreso Nacional de los Derechos Humanos, un espacio de debate y construcción social que reunió a dirigentes, activistas y representantes comunitarios de todo el país. Durante tres meses de intensos precongresos regionales, se recogieron las voces de cientos de dominicanos preocupados por la situación actual de los derechos humanos.
El Congreso tuvo como eje central la transformación de la CNDH-RD en un verdadero Poder Social, con capacidad de conquistar y garantizar el disfrute de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. La organización destacó que no basta con exigir derechos, sino que los dominicanos deben poder disfrutarlos plenamente, desde la salud y la educación hasta el acceso a la vivienda digna, agua potable y un medio ambiente sano.
Uno de los puntos más debatidos fue la preocupación ciudadana por los desalojos forzosos que afectan a miles de familias en diferentes regiones del país. La CNDH-RD rechazó estas prácticas y exigió al gobierno detenerlas de inmediato, además de impulsar una política nacional de vivienda social que garantice un techo digno a los sectores populares y trabajadores.
En cuanto a los recursos naturales y el medio ambiente, el Congreso se pronunció contra la entrega de las riquezas del país a empresas extranjeras, especialmente en el caso de la explotación minera. Se exigió la salida de la Barrick Gold, el rechazo a la presa de cola en Cotuí y la oposición a la explotación de oro en Romero, San Juan, por el riesgo que representa para el agua y las áreas protegidas. Asimismo, se condenó la contaminación de ríos y reservas naturales por parte de grandes empresas.
La juventud dominicana fue otro de los temas centrales del encuentro. El Congreso alertó sobre el alto índice de desempleo juvenil y la precariedad laboral, lo que obliga a miles de jóvenes a emigrar. La CNDH-RD asumió como política prioritaria la integración de los jóvenes en la defensa de los derechos humanos y en la toma de decisiones políticas y sociales del país.
En el ámbito de los derechos de las mujeres, el III Congreso hizo un llamado enérgico a detener la violencia de género y a promover la igualdad y equidad en todos los espacios sociales. La organización reiteró su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres dominicanas y con la lucha por una sociedad más justa e inclusiva.
La salud fue otro de los puntos claves. El Congreso respaldó la propuesta de una Seguridad Social Digna, exigiendo una reforma integral al sistema actual, considerado excluyente e ineficiente. La CNDH-RD también reclamó la dotación de equipos médicos y personal en los hospitales públicos, así como atención prioritaria para los privados de libertad con enfermedades terminales o contagiosas.
En materia de justicia, se reclamó la regularización de más de 18 mil personas privadas de libertad en condiciones irregulares y se exigió justicia para las víctimas de la explosión ocurrida en San Cristóbal. La Comisión reafirmó que sin un sistema judicial transparente y eficiente no es posible garantizar los derechos fundamentales.
En el plano internacional, la CNDH-RD emitió resoluciones especiales en solidaridad con los pueblos hermanos. Condenó el genocidio cometido por Israel en Gaza y rechazó los intentos de intervención militar de Estados Unidos en Venezuela, reafirmando su postura en defensa de la paz, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Finalmente, la CNDH-RD hizo un llamado a la unidad de los sectores progresistas y democráticos del país, exhortando a luchar contra el alto costo de la vida, los apagones, la xenofobia y el retroceso democrático que representan algunas leyes y políticas en curso. Con este Congreso, la organización reafirma su compromiso de seguir siendo la voz del pueblo dominicano en defensa de los derechos humanos y la justicia social.