En su 93 aniversario natalicio, recordamos al líder de la Revolución Constitucionalista y héroe nacional
Por la redacción de Lucha.com.do
Un día como hoy, 11 de junio de 1932, nació en Santo Domingo Francisco Alberto Caamaño Deñó, conocido como el Coronel de Abril y Comandante Román, una figura emblemática que encarna la resistencia y el sacrificio por la soberanía y los derechos del pueblo dominicano.
Caamaño fue uno de los soldados patriotas que respondieron al llamado de la historia cuando, el 24 de abril de 1965, un grupo de militares constitucionalistas se sublevó contra el gobierno de facto del Triunvirato para restaurar la Constitución de 1963 y el legítimo gobierno del profesor Juan Bosch, derrocado el 25 de septiembre de 1963. Desde el inicio de la insurrección, asumió responsabilidades clave, destacándose por su audacia al capturar en el Palacio Nacional a Donald Read Cabral y Ramón Cáceres Troncoso, los únicos miembros del gobierno ilegítimo.
Tras la batalla épica del 27 de abril en el puente Duarte, Caamaño emergió como líder militar y político de la Revolución Constitucionalista, asumiendo la presidencia del Gobierno Constitucional en Armas el 4 de mayo de 1965, por mandato del Congreso Nacional. Encabezó la resistencia patriótica frente a la invasión militar estadounidense del 28 de abril, la segunda en el siglo XX contra la República Dominicana.
Al concluir la guerra, en enero de 1966, el coronel Caamaño y otros líderes constitucionalistas fueron expatriados por el gobierno provisional de Héctor García Godoy, bajo presiones de Estados Unidos, siendo asignados a legaciones diplomáticas en Europa.
En febrero de 1973, Caamaño regresó con un grupo de valientes para desafiar el régimen autoritario de Joaquín Balaguer, desembarcando en la playa de Caracoles. Fue capturado herido y asesinado cobardemente el 16 de febrero de ese año, dejando un legado imborrable de lucha por la justicia y la libertad.
Al conmemorar hoy su 93 aniversario, el Comité Patriótico “Francisco Alberto Caamaño Deñó” invita a honrar su memoria, levantando la bandera de dignidad y sacrificio en defensa de los derechos del pueblo y la soberanía nacional. Su ejemplo inspira la unidad de las fuerzas patrióticas y progresistas, condición esencial para avanzar en la lucha por los ideales por los cuales entregó su vida.
¡Loor y gloria al Coronel de Abril, Comandante de Febrero!