Quito, Ecuador -. Vivimos un mundo convulsionado, en el que las contradicciones entre países imperialistas se agudizan y la agresividad de estos en contra de las naciones y pueblos oprimidos también crece y crecen los peligros de guerra mundial, que ponen en riesgo la existencia misma de la humanidad, afectada ya por la crisis ambiental provocada por el capitalismo imperialista. Pero a su vez, es un tiempo en el que se acrecienta la lucha de los trabajadores, la juventud y los pueblos en contra de los portadores de la violencia reaccionaria, de los pregoneros de la guerra, de los causantes de las lacerantes condiciones en las que viven nuestros pueblos.
Atrapado por sus propias contradicciones, el imperialismo estadounidense pierde espacios en su condición de potencia hegemónica, que le caracterizó desde la década de 1980. Esta circunstancia ha exacerbado su agresividad, hoy visible en la política supremacista blanca, racista y xenófoba del gobierno de Donald Trump, así como en la ofensiva emprendida para preservar los intereses de los monopolios estadounidenses, que adopta la forma de una guerra comercial con la imposición de aranceles, incluso como medio de injerencia en los otros países.
China, convertida en una gran potencia imperialista, hoy le disputa la hegemonía mundial, y ha logrado incorporar a su proyecto a países que, sin distanciarse totalmente del imperialismo yanqui, aprovechan las contradicciones para su particular beneficio.
Las grandes potencias militarizan sus economías, profundizan la carrera armamentista, promueven y financian conflictos bélicos localizados, crean bases militares en varios países. El imperialismo estadounidense y sus aliados fortalecen a la OTAN como parte de sus preparativos de guerra.
También asistimos a un período de ascenso de corrientes y fuerzas políticas de derecha, ultraconservadoras, fascistas y filofascistas, que arremeten en contra de los derechos democráticos de los trabajadores, la juventud, las mujeres y los pueblos, como parte de su programa reaccionario orientado a garantizar los intereses de los monopolios que representan y a sostener la permanencia del sistema capitalista vigente.
No solo oscuros nubarrones dominan el escenario actual. ¡Los pueblos resisten y luchan! Ahora más que antes.
Masivas movilizaciones recorren los cinco continentes. Frente a los tambores de guerra, se alzan con fuerza gritos de paz. El pueblo palestino, víctima de un genocidio, lucha heroicamente y cuenta con la solidaridad de millones de hombres y mujeres en todo el mundo, que al mismo
tiempo condenan al sionismo israelí y a las maquinarias de guerra que sostienen la opresión. Hoy, la lucha contra la guerra y por la paz es una bandera antiimperialista y revolucionaria.
En todo el mundo, los trabajadores y los pueblos luchan por sus reivindicaciones y derechos, enfrentan las políticas de los gobiernos que afectan a los intereses populares y actúan al servicio del gran capital.
Las organizaciones sociales y políticas que combatimos las injusticias generadas por el mundo del capital somos conscientes que es necesario superar la situación actual de una manera revolucionaria, apoyándonos en todas las formas de lucha que sean necesarias.
Sabemos que la base para el éxito de nuestro proyecto radica en la unidad de los trabajadores, campesinos, jóvenes, mujeres, pueblos originarios, artistas e intelectuales democráticos, de todos los sectores explotados y oprimidos.
Quienes suscribimos esta Declaración, nos comprometemos a trabajar por la unidad de las fuerzas sociales y políticas que luchan por transformar el mundo. Apostamos a una unidad que levante en alto las banderas del antiimperialismo, de la defensa de los derechos democráticos de los trabajadores, de las mujeres, de la juventud de la niñez y los pueblos. Una unidad que defienda la soberanía de los países dependientes y apoye la independencia y autodeterminación de los países coloniales, que enarbole los principios de la solidaridad entre los pueblos, que defienda la naturaleza y que actúe con independencia política frente a toda potencia imperialista y frente a los dueños del gran capital.
Esta unidad debe convertirse en la fuerza que lleve a los pueblos a su emancipación, al triunfo de la revolución y el socialismo.
El Seminario Internacional Problemas de la Revolución en América Latina se reafirma en la convicción de que sí es posible poner fin a la barbarie del sistema capitalista-imperialista si consolidamos nuestras fuerzas, nuestra organización y profundizamos nuestra lucha emancipatoria de la sociedad.
Quito, agosto 2 de 2025
Firman:
Partido Marxista-Leninista de Alemania – MLPD (en proceso de ratificación) Partido Comunista Revolucionario de Argentina
Federación Nacional Campesina de Argentina Partido Comunista Revolucionario – Brasil Unión de la Juventud Rebelión – Brasil Unidad Popular por el Socialismo – Brasil
Partido Comunista de Colombia (marxista-leninista) Movimiento por la Constituyente Popular – Colombia Juventud Democrática Popular – Colombia
Delegación del Consejo Departamental de Juventudes de Nariño – Colombia Partido Comunista Marxista-Leninista del Ecuador
Juventud Revolucionaria del Ecuador Unidad Popular – Ecuador
Frente Popular – Ecuador
Unión General de Trabajadores del Ecuador Mujeres por el Cambio – Ecuador
Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador Unión Nacional de Educadores – Ecuador
Partido Comunistas de México (marxista – leninista) Frente Popular Revolucionario – México
Unión de la Juventud Revolucionaria de México Unión General de Trabajadores de México Unión de Trabajadores de la Educación – México
Unión Revolucionaria de Trabajadores del Arte – México Partido Comunista Peruano (marxista-leninista) Bandera Roja Movimiento Democrático Popular del Perú
Trabajadores y Estudiantes Comunistas por el Cambio Social – Puerto Rico Partido Comunista del Trabajo – República Dominicana
Movimiento de Mujeres Trabajadoras de República Dominicana Frente Estudiantil Flavio Suero de República Dominicana Unión Clasista de Trabajadores de República Dominicana
Liga Internacional de la Lucha de los Pueblo (en proceso de ratificación)